Antes de nada, desde Mucho más que ruido queremos felicitar a la organización de "Blues Cazorla" por conseguir el Premio Nacional de Festival Internacional, otorgado por 35th Blues Music Awards - Blues Foundation. Este fue el segundo año que asistimos, coincidiendo con el 20 aniversario, con un llenazo y un ambientazo internacional asombroso, que engancha.
Para comenzar con la crónica, tengo que señalar que desde antes de que empezara el concierto de Andrés Calamaro poco receptiva. Malas críticas, desafortunadas declaraciones en prensa sumadas a pobres y pocas recomendaciones de amigos y conocidos hicieron que me presentara con expectativas bajas, y casi solo para comprobar con mis propios ojos que tan mal lo hacía. Y así llegó la hora, después de una brillante actuación de Coco Montoya, sonidos bluseros y sureños esquistos que dan paso a más rock, más nuestro...
El Salmón que llegó a este festival inmerso en su gira "Bohemio" la cual lo está llevando a recorrer diversos países, salió al escenario para darlo todo. Si bien al principio no fue por todo lo alto, en unos momentos en los que definiría como "fríos", conforme iban avanzando los temas y pasaban los minutos, se veías más y más energía, de manera que casi si te fijabas podías notar como rompía ese "muro de metacrilato" que diría Kiko Veneno, y que separaba a los actores... "para béticos y bohemios" dijo mientras se ponía la elástica del conjunto verdiblanco que le lanzaron al escenario. Y es que el "embajador mundial taurino" como se definía a Calamaro en el video de presentación del concierto, se encontraba esa noche en su ambiente, relajado, típico de festival, pero con el placer y el gusto de hacer las cosas despacio, con un concierto completo, lo que no es muy común en este tipo de eventos.
Durante este espectáculo se hizo un repaso a toda su carrera discográfica, desde su últimos trabajos hasta los grandes éxitos de la Calamaro y, algo que no esperaba, más de una de Los Rodríguez (larga vida).
En resumen, que a pesar de todos los pensamientos negativos que llevaba en la cabeza, repetiría y re-repetiría por ver al Salmón. Al maestro de maestros. Este controvertido que me hace sentir contrariada, que me atrae tanto como me repele... pero, ¿acaso no se trata de eso?
Texto: Miriam Rodríguez Lirio
Fotos: Carmona Villa-Real
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